En los últimos días la Ciencia aumentará



Todos soñamos con vivir en una ciudad funcional, pero Mitchell Joachim, arquitecto estadounidense, va más allá y visualiza a los ciudadanos de las grandes urbes residiendo en casas vegetales, trasladándose en dirigibles y disfrutando de espacios verdes destinados al control bioclimático estacional. La ciudad “Eco-utopía” ya está aquí.    No hay que ser un futurista para imaginarse una ciudad autosuficiente construida con materiales orgánicos no contaminantes, transitada con vehículos inteligentes interconectados entre sí y amoldables a los pequeños espacios, y embellecida con jardines flotantes para reducir el efecto de calentamiento urbano y depurar las aguas residuales.
Lo cierto es que no estamos muy lejos de empezar a materializar esta utopía. En la actualidad, ya hay variosexpertos, entre ellos arquitectos, ingenieros, científicos, urbanistas y ecologistas, que se han agrupado alrededor del mundo para diseñar proyectos urbanísticos con visiones ecológicas.
La idea de los trabajos de estos progresistas radica en combinar la arquitectura, tecnología y urbanismo con la ecología, sostenibilidad y autosuficiencia con miras a la construcción de la ciudad del mañana
 Las telecomunicaciones también ayudarán al rediseño de las metrópolis y, según Joachim, "no tardarán mucho tiempo en convertirse en tecnologías de uso público diario". En cuanto a los cambios en el modelo de transporte, piensa que se "necesitarán 15 años para ver vehículos eléctricos" en las calles.
Apuesta también por el diseño de ciudades construidas a partir de desechos (plástico para el ventanaje, compuestos orgánicos para los andamios temporales, metales para las estructuras principales) y la construcción de viviendas usando organismos vivos.

Movilidad
Los vehículos inteligentes, fabricados con materiales blandos, estarán interconectados para compartir información.


 Tomando en cuenta estas "escalas de la economía", como el mismo Joachim las define, una de las prioridades, en su agenda, giran en torno a la solución de la problemática actual de movilizarse en una gran urbe.
Dado los grandes atascos que sufrirán las ciudades en el futuro, Terreform One propone un modelo de "tráfico moderado", que implica un sistema de vehículos inteligentes interconectados a una red.Su concepto del "automóvil urbano", seleccionado por la revista estadounidense "Time" como uno de los mejores inventos del 2007, consiste en construir un vehículo en función de la ciudad y no que sea la gran urbe la que esté diseñada en torno a los vehículos, como actualmente ocurre. Por otra parte, los habitantes de la ciudad futurista se movilizarán compartiendo los vehículos, lo que significará una reducción del tráfico, contaminación y dependencia de las energías no renovables, tal y como detalla Zipcar, compañía pionera en ofrecer este tipo de servicios.
Considerando esto, Terreform One propone la fabricación de vehículos con materiales blandos, como el neopreno, con la finalidad de que puedan plegarse y apilarse como carritos de compra y, además, resultar menos peligrosos al estar en contacto con los transeúntes en las calles.  Los vehículos, equipados con un software que interconecta a los conductores a través de una especie de red social, al propio estilo Facebook, permitirán enviar mensajes a tiempo real sobre direcciones, estacionamientos gratuitos, advertencias de accidentes y desperfectos en las vías.Otro proyecto de este grupo consiste en construir un bus dirigible, desde el que los pasajeros podrán subirse o bajarse fácilmente, ya que alcanzaría apenas "una velocidad de 24 km/h y los asientos se encuentran a sólo unos centímetros por encima del suelo".







Los buses dirigibles servirán de medio de transporte para trasladar a los transeúntes por la ciudad








URBANISMO AUTOSUFICIENTE.

Un parque con control bioclimático estacional: 1) Cabezales de biocombustible proveniente de materiales vegetales locales, 2) Vaporizadores para el verano, 3) Calefactores para el invierno, 4) Puntos de WiFi y sembradores, 5) Jardinero con fertilizantes orgánicos.






 El diseño de paisajes urbanos visualmente atractivos está incluido en los sueños de Joachim. Por ende, Terreform One diseña la construcción de parques públicos, espacios verdes con lagos artificiales para tratar residuos, depurar el aire y el agua, producir energía y controlar el bioclima estacional. Apuesta también por el diseño de ciudades construidas a partir de desechos (plástico para el ventanaje, compuestos orgánicos para los andamios temporales, metales para las estructuras principales) y la construcción de viviendas usando organismos vivos.

Esta idea radica en construir una "casa vegetal", usando una técnica de jardinería ancestral: el entretejido de enredaderas, arbustos y árboles para crear estructuras. Gracias a unos andamios y un sistema de control vegetal, se fuerza la dirección de crecimiento de la vegetación con geometrías calculadas. Por otra parte, Joachim se ha adentrado también en el mundo de la biotecnología al fundar, con el biólogo Oliver Medvedik, el instituto Bioworks e iniciar cultivos orgánicos de células, haciendo crecer carne in vitro para luego fabricar productos de uso humano, como cuero. Si bien todas estas propuestas urbanísticas pueden sonar para muchos como una utopía o una película futurista, lo cierto es que algunas de sus bases yacen en principios ancestrales basados en relaciones simbióticas y en ideales ecológicos de Thomas Jefferson.



 Las casas vegetales se construyen con entretejidos de arbustos, árboles y enredaderas, cuyas formas son calculadas geométricamente.